El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) es una especialidad de la Guardia Civil encargada de velar por la conservación de la naturaleza y los recursos hidráulicos, así como de la riqueza cinegética, piscícola, forestal y de cualquier otra índole relacionada con la naturaleza. Creada en 1988 y reorganizada en el año 2000, el SEPRONA tiene encomendada la misión de evitar agresiones al medioambiente y de protección de muebles e inmuebles catalogados como bienes del patrimonio histórico y en el mar, incluida la preservación de especies protegidas y amenazadas.
Asturias cuenta con dos comandancias de SEPRONA, Oviedo y Gijón. El Teniente Avelino Torres Alonso de la Torre está al mando de la sección del SEPRONA de la comandancia de Gijón formada por 33 personas y dispone de siete patrullas territoriales en Gijón, Villaviciosa, Avilés, Nava, Laviana, Cangas de Onís y Panes dedicadas a la prevención y vigilancia de infracciones en su área de influencia. La comandancia de Gijón opera desde el Nalón toda la zona oriental del Principado. En Gijón el SEPRONA cuenta con una oficina técnica y de un equipo de investigación con tres componentes para realizar investigaciones más profundas de delitos.
Los datos registrados por el SEPRONA de Gijón en 2016 reflejan que se registraron un total de 2.224 denuncias y 42 personas fueron detenidas e investigadas por delitos. Entre los motivos encontramos temas varios, desde incendios forestales a pesca de angula, maltrato de ovejas, maltrato o abandono de animales, el hurto de una vaca, falsificación de pasaporte equino, uso de veneno, tramitación de cabañas en un parque natural, lazos para captura de animales o daños en capillas de patrimonio histórico entre otros.
Para realizar su trabajo e investigaciones, el SEPRONA de Gijón cuenta con medios técnicos, desde un sonómetro, a un aparato de toma de muestras de aguas residuales, neveras y pértigas para toma de muestras, botella hidrográfica para tomar muestras en aguas profundas, maletín para investigar incendios forestales, jaulas para transporte de animales, lazos para coger perros, u otros dispositivos para reptiles y rapaces. Los equipos de investigación cuentan con un equipo de respiración autónoma para cuando tienen que entrar en un lugar confinado peligroso. También disponen de dos cámaras técnicas y varios visores nocturnos, un telescopio con una cámara para vigilar a distancia, cámaras de foto trampeo, “que da mucho juego para vigilar lazos, o vertederos ilegales” explica el Teniente Avelino Torres, también cámara de fotos y vídeos, alguna patrulla tiene raquetas para la nieve, gps, lectores de microchip. Cada patrulla y cada equipo tiene su vehículo todo terreno, varias motos, “y disponemos de un helicóptero para vigilar incendios y realizar otro tipo de vigilancias” comenta Torres. “Además contamos con una serie de aparatos más sofisticados en Madrid que podemos solicitar cuando necesitemos. Allí también está ubicado el Laboratorio Central de Criminalística, donde enviamos las muestras que necesitemos analizar”, concluye.
En general el responsable del SEPRONA en Gijón incide en que sería más necesaria la colaboración ciudadana. “En términos generales no se suele dar parte de infracciones, necesitaríamos más colaboración, y a veces no la tenemos por miedo o desconocimiento, la gente no sabe que cualquier información que se nos facilite es anónima”, explica el teniente Torres. “No valoran que en temas como los incendios intencionados por poner un ejemplo todos salimos perjudicados y un día puede haber una desgracia, es un tema muy peligroso”, explica.
Con respecto al campo de actuación del SEPRONA es amplio y variado. Concretamente esta comandancia se encarga además de la zona rural correspondiente de una amplia zona industrial, lo que evidentemente influye en su modo de operar.
Una de sus funciones es de control urbanístico y organización del territorio (como obras o edificaciones no autorizadas en terrenos protegidos). En el apartado de minería, el SEPRONA se encarga de controlar las explotaciones a cielo abierto y canteras por el tema de vertidos y residuos, así como la extracción de áridos ilegales o que se cumpla con la restauración de la zona tras la explotación.
También se ocupan de la contaminación de aguas y costas con respecto a vertidos o purines temas en los que a veces se comenten ciertas imprudencias. También son los encargados de vigilar el transporte de mercancías peligrosas por carretera así como los accidentes en empresas con riesgo de contaminación que puedan afectar al medio ambiente.
Los residuos incontrolados son otro de los frentes de SEPRONA, tanto en zonas urbanas como rurales o forestales. “La gente a veces se sorprende cuando nos ven en la calle Corrida de Gijón por ejemplo realizando una inspección en una tienda de limpieza en seco, y es que mucha gente desconoce que estos establecimientos utilizan un residuo muy contaminante, que se debe reciclar en puntos autorizados”, afirma el Teniente Torres. “También controlamos residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, la sociedad no está concienciada, pero hay residuos muy peligrosos en los frigoríficos o en los televisores antiguos. O llama mucho la atención que controlamos las tiendas donde se realizan tatuajes, ya que el tatuador debe estar autorizado, es un tema de salud, y las tintas que utilizan deben estar autorizadas por la Agencia del Medicamento, así como se deben controlar los residuos que generan en su trabajo”, explica. Otro tema sanitario que controlan son los medicamentos ilegales, “vigilamos que en los sex shop, por ejemplo, no se venda productos tipo Viagra de forma ilegal”, comenta.
El SEPRONA también se encarga de las inspecciones de los talleres mecánicos y desguaces para controlar la gestión adecuada de sus residuos, así como los talleres ilegales. Los residuos volátiles, como las pinturas de los vehículos son también muy contaminantes.
La vigilancia del transporte de alimentos, la venta ambulante o los establecimientos exóticos son también de su competencia. “Se controlan por ejemplo las irregularidades en cuanto a las denominaciones de origen protegida”, explica.
Las explotaciones ganaderas también son controladas por el SEPRONA, en especial en el tema de los medicamentos veterinarios, el transporte de animales, los mataderos o las ferias. Así como también se mira que los animales domésticos tengan el microchip correspondientes y las vacunas puestas, o los potencialmente peligrosos cuenten con su licencia y estén registrados en el Ayuntamiento. Actualmente son más visibles sus actuaciones en el tema del maltrato animal con la modificación del código penal, “antes para ser delito el maltrato animal tenía que ser realizado con ensañamiento, y probar un ensañamiento es complicado. Sin embargo ahora, el maltrato animal ya es un delito, no una infracción administrativa, como antes”, explica el Teniente Torres.
Con respecto a sanidad vegetal se vigila de cerca la venta y acceso a fitosanitarios. “También nos ocupamos de las plagas, por ejemplo el nematodo en la madera de pino es una plaga que se detectó en Portugal de fácil expansión que ya se ha detectado en zonas de Extremadura. Realizamos controles de transporte de madera que venga de Portugal”, comenta el Teniente Torres. Actualmente en Asturias se controla la plaga de la patata por la polilla guatemalteca. “Se ha elaborado un protocolo de actuación con la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales para vigilar que en las zonas infectadas no se plante patata y en las limítrofes no se pueda vender la patata cosechada a granel, o si algún agricultor que plantó, no hizo la gestión pertinente”, informa el Teniente.
Entre otras de las funciones del SEPRONA está con respecto al turismo, el control de acampadas en zonas de playas, parques naturales y las empresas de turismo activo, así como las obras que se realizan en zona del Camino de Santiago.
En la zona de bosque, se controlan las talas ilegales, los permisos, que no se corten especies protegidas, los vertederos… así como la prevención y control de incendios, “que son los que más dolores de cabezas nos dan, luego está la parte de investigación de las causas y detener a los autores”, explica el Teniente. “También controlamos la caza, el furtivismo, el veneno en esas zonas, nos encargamos de la protección de especies protegidas como el oso, el urogallo y en épocas de berrea también se hacen campañas específicas para vigilarlo. Así como vigilamos la flora y fauna amenazadas, las campañas de pesca o el patrimonio histórico”, concluye.