Carmen Quintanilla destaca el papel crucial de la mujer en la fijación de la población rural durante el seminario de USO

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La presidenta nacional de AFAMMER ha abordado el papel que juegan las mujeres rurales en el reto demográfico, en una ponencia enmarcada en el Seminario «La falta de oportunidades laborales para las mujeres en el mundo rural como pieza clave de la despoblación» que USO y EZA han organizado en Gijón.

La ponencia estuvo moderada por Miguel Rivero, coordinador de USO-Asturias y en ella también participaron Santiago Rodríguez, proyecto europeo Culturality de la Universidad de Oviedo; Emanuela Dragonetti, presidenta MCL de Potenza (Italia) y Gabriel Garnelo, secretario general de USO-Ponferrada y de USO-Industria[1]Castilla y León.

Durante su intervención, Quintanilla subrayó la importancia de la mujer rural no solo en las labores del campo, también como emprendedoras y trabajadoras. Afirmó que la presencia y el empoderamiento de las mujeres en las zonas rurales son esenciales para asegurar el futuro de estos territorios y frenar el proceso de despoblación que afecta a muchas regiones de España, haciendo una mención especial a Asturias.

Soluciones para asegurar el futuro de los pueblos

Carmen Quintanilla señaló diferentes vías para frenar la despoblación de las zonas rurales, y la necesidad de apostar por proyectos liderados por mujeres. Destacó la necesidad de apoyar la creación de empleo en la recuperación de antiguos oficios, la dinamización cultural y de ocio, las energías renovables y la rehabilitación de viviendas como vías para fijar población.

«Si las mujeres se van, nuestros pueblos desaparecen», afirmó Quintanilla, señalando que la partida de las mujeres rurales no solo impacta en la pérdida de población, sino también en la conservación del patrimonio natural, artístico y cultural, así como en la agricultura y ganadería, pilares fundamentales para la producción de alimentos sanos y seguros.

La presidenta de AFAMMER presentó datos reveladores sobre la situación laboral de las mujeres rurales en España, destacando que es el segundo país de Europa con la mayor tasa de desempleo femenino rural “con 2,7 pp frente a los 1.1 p.p de tasa de paro que tienen las zonas rurales de Europa”.

Además, resaltó que aunque el número de mujeres con estudios superiores en áreas rurales supera al de los hombres, aún enfrentan grandes desafíos para emprender y generar riqueza en sus municipios y comarcas.

También abordó la necesidad de un relevo generacional en el sector agrícola y ganadero, promoviendo la titularidad compartida y el apoyo a las mujeres jóvenes que deseen trabajar en el campo. «Es fundamental garantizar el futuro de nuestras explotaciones a través de un relevo generacional en femenino», enfatizó.

Asimismo, destacó la importancia de fomentar la conciliación y apoyar a las mujeres que desempeñan un papel crucial en el cuidado de familiares dependientes, y propuso la creación de planes integrales de promoción de la mujer rural, la mejora del acceso a las nuevas tecnologías y la simplificación de trámites administrativos para el emprendimiento.

Con su intervención, Carmen Quintanilla reafirmó su compromiso con el desarrollo y la sostenibilidad del medio rural, abogando por políticas que promuevan la igualdad de género y el reconocimiento del “valor incalculable” de las mujeres rurales a la sociedad.