Dinamizadora del medio rural

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El emprendimiento de las mujeres en lo rural acelerará el desarrollo económico en zonas despobladas. Así lo destaca el Observatorio del Emprendimiento de España con datos del Proyecto GEM, dentro de las actividades del programa GIRA Mujeres impulsado por Coca-Cola. Y es que el 20% de las mujeres de entornos rurales se encuentran inmersas en alguna de las fases del proceso emprendedor, lo que significa que una de cada cinco de ellas se ha arraigado profesionalmente en su territorio. Hace unos 14 años, Mónica Fernández, tras algún devaneo profesional, decidió seguir el camino del emprendimiento a través de la animación infantil. Natural del enclave de Riberas, municipio de Soto del Barco, nuestra protagonista es más conocida como Azul, un personaje creado con mimo, dedicación y con mucha, pero que mucha vocación. “Siempre tuve claro que quería trabajar con niños, el cómo no lo tenía claro”, ríe.

Y es que según numerosos expertos y diversas definiciones, la vocación incluye características personales y sociales como la motivación, personalidad, habilidades, capacidades y aptitudes propias de la persona. Por ello, se reconoce que  la vocación de una persona responde a variables de interés y atracción a las preferencias que logran satisfacer al individuo en áreas extensas de su vida. Solo hay que escuchar para advertir que Mónica está “donde quiero estar y haciendo lo que me gusta. Estoy en un  momento en el que puedo elegir los trabajos que hago y cuántos, que quizá son menos pero de más calidad. Me gusta hacerlo yo misma, no subcontratar y, si tengo que hacerlo, van conmigo. Yo siempre estoy”.

Sin duda, la clave de su éxito. Sin olvidar el ponerse siempre en el lugar de los niños y dejarlos participar en todos los procesos de la animación y acompañamiento de los eventos infantiles porque, como decía Walt Disney, “envejecer es obligatorio, pero crecer es opcional”.

Parte de la familia VA de Verde y Azul, junto con Vanesa, comenzó a trabajar en el sector infantil a los 19 años. “Me gustan mucho las manualidades, crear”. Y a raíz de ahí, empezó a emplearse en campamentos y actividades socioculturales de la zona. Hoy, la reclaman de toda la geografía asturiana en centros comerciales, colegios, ayuntamientos o asociaciones, entre otros organismos para animaciones, teatro, cuentacuentos, campamentos, juegos tradicionales o de madera. De hecho, estos dos últimos, el material “lo construyo yo”.

El último nació como alternativa a los juegos tradicionales, para dar una opción diferente “a todos aquellos que me contratan asiduamente y confían en mi trabajo”, pero reconoce que “le hace feliz. Me encanta estar en mi casa, en el pueblo, haciendo estas cosas”.

Dedicación

Asimismo, los decorados para el teatro y las escenografías, “también los hago yo. Los pienso y los creo de madera, botellas, telas. Con lo que se me ocurra. De unas cosas me gusta sacar otras”, así como el vestuario, como gorros que “los tejo yo”. Explica que “la gente me pide. Por ejemplo, en Castrillón me solicitaron un cuento con temática sobre la salud. Entonces, se adapta y se trabaja”.

Con Instagran, Facebook y su pagina web -www.vadeverdeyazul.es- como escaparate, Mónica destaca que “estoy  muy contenta. Todo lo que recibo del entorno es buen rollo y es algo que me reconforta. Detrás de cada trabajo hay mucho esfuerzo, mucha dedicación previa preparando y ensayando. Que se reconozca tu trabajo es muy gratificante, te anima a seguir por ese camino”.