Con el viñedo centenario heredado de su abuelo, José María Martínez, presidente de Aprovican, continuando los pasos de su padre decidió plantar y ampliar viñedo hasta alcanzar en la actualidad 11.000 cepas con una producción media de 20.000 kilos de uva anuales que vende a una de las bodegas pertenecientes a la DOP Vino de Cangas.
-¿Cuándo nace Aprovican?
-En 1997 y con el fin de frenar la desaparición de los viñedos los viticultores crearon Aprovican y desde ella se intentó recuperar la tradición del viñedo. Organizaron cursos de formación de elaboración del vino, poda, reinjerto… y fue donde la gente volvió a engancharse a la cultura del vino con una gran mejora en las técnicas tanto de cultivo como de elaboración. Mi padre fue uno de los viticultores que comenzó esa andadura. En casa ya había viñedo viejo y centenario de mis abuelos. Primero lo atendió mi abuelo, mi padre lo compaginó con la minería y como en casa teníamos fincas, decidimos plantar y ampliar viñedo, más o menos por el año 2000. Fue una de las primeras plantaciones que se hizo en la actualidad.
-¿Cómo ha evolucionado?
-Plantamos viñedo y fuimos ampliando así en varios años hasta la actualidad, que seguimos ampliando y contamos con 3 hectáreas y media, unas 11.000 cepas, es la mayor de Asturias. Tenemos entorno a los 20.000 de media, este año recogimos 22.000 kilos de uva. Cosecho uva y la vendo a una de las bodegas de la Denominación de Origen. Las bodegas tienen algo de viñedo y compran uva a los viticultores de la zona para elaborar los vinos. Tengo de las cuatro variedades propias de la zona: albarín blanco, albarín negro, verdejo negro y carrasquín. Es el camino claro que sigo, variedades autóctonas que te diferencian sacar una materia prima de calidad para que de ahí salgan vinos de calidad. El cultivo aquí es difícil por el terreno y por el clima, pero también lo que nos da la dificultad nos da la exclusividad o diferenciación. En los vinos el clima y el suelo tienen mucho que decir.
-¿Qué otras actividades realiza Aprovican?
-Una vez recuperados los viñedos además de en la formación, colaboró en la recuperación del catastro vitícola de la zona. Se plantaron nuevos viñedos y se instalaron ya bodegas creando el órgano de la Denominación de Origen Protegida como órgano regulador y certificador de los vinos.
-¿Cómo son sus perspectivas de futuro?
-Buenas. El límite de producción de vino está limitado por la uva, a ver si crecemos más, las instituciones apoyan con un compromiso serio y el límite que nos lo ponga el mercado, no nosotros.