Hoy, Día Internacional de las Mujeres, casi siete millones de ellas celebran esta efeméride desde las áreas rurales de España. Sin embargo, desde la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR) han denunciado que su voz, sus problemas y su lucha ocuparán un espacio mucho menor en la agenda del día: «Somos ignoradas sistemáticamente, incluso los datos oficiales suelen omitir el sesgo de género y ámbito que para nosotras supone una doble discriminación: por ser mujer y por vivir en un pueblo».
Mujer rural, cara de la precariedad laboral
En los pueblos, ellas tienen acceso a menos puestos de trabajo y los techos de cristal son más bajos, con mayor frecuencia tienen contratos temporales y jornadas parciales y se concentran en el sector servicios (78,5% frente al 41% de hombres).
Por todo ello, las mujeres rurales están sobrerrepresentadas en los rangos salariales entre los 400€ y los 1.000€, mientras que los hombres lo están entre los 1.001€ y los 1.400€. Esto, junto con la sobrecarga de cuidados que asumen, está detrás de la baja tasa de empleo entre las mujeres de los pueblos (el 49%). Esto se resumen en la brecha de cotización entre hombres y mujeres: frente a los 38 años de promedio que cotizan los hombres, las mujeres lo hacen apenas 20.
Por su parte, aquellas que trabajan en el sector agrario tienen más dificultades para lograr ser las titulares de su propia explotación (el 25,78% son de mueres frente al 74,22% de hombres). Además, sus explotaciones son más pequeñas y, por tanto, más frágiles ante crisis de precios como la que estamos viviendo actualmente.
Violencia contra las mujeres rurales
La precariedad laboral conduce a las mujeres rurales a una dependencia económica, situándolas en una posición de vulnerabilidad ante la violencia de género. Así lo demuestra el estudio elaborado por FADEMUR «Mujeres víctimas de violencia de género en el medio rural», el primero y único que ha profundizado en esta cuestión en España.
En los pueblos, el 61,35% de las mujeres ha sabido de un caso de violencia machista. En ellos vive la mayoría de las mujeres víctimas de violencia de género que no denuncia a su agresor. Además, las víctimas rurales permanecen en las relaciones de maltrato durante mucho tiempo, una media de 20 años.
Desde FADEMUR centran su lucha contra la violencia de género dentro del programa Cultivando Igualdad, apoyado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. «Una de las patas de Cultivando Igualdad es la sensibilización», han explicado desde la organización.
En este sentido, durante el último mes las mujeres rurales han realizado una campaña de murales por la igualdad en lugares estratégicos de sus pueblos. Junto a un instituto, a la entrada del pueblo, en una oficina de Igualdad… El objetivo de las mujeres ha sido perpetuar el mensaje ante todos los vecinos y vecinas de cada localidad.
Cuidados en los pueblos
La escasez de servicios básicos en los pueblos hace que sus mujeres asuman una sobrecarga de cuidados mayor. «Cuando las mujeres no tienen a su alcance líneas de transporte, escuelas o institutos, centros de salud y farmacias, centros de día para sus mayores o guarderías para sus hijos e hijas, son ellas quienes suplen estas carencias», ha explicado Teresa López, presidenta de FADEMUR.
Por eso, la organización trabaja por paliar esta situación en los pueblos impulsando cooperativas y proyectos de negocio de mujeres que devuelvan servicios a los pueblos y, a su vez, mejoren la situación laboral de las mujeres rurales.
Además, consciente del envejecimiento de los pueblos, FADEMUR también combate las situaciones de dependencia entre la población mayor como vía para reducir los trabajos de cuidados entre las mujeres rurales. Para ello, la organización centra sus esfuerzos en «Cuidándonos para un Futuro Mejor», el programa con el que, gracias al Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, trabaja el envejecimiento saludable de las personas mayores de los pueblos.
«El conjunto de estos problemas compone un todo fatídico para las mujeres», ha explicado la presidenta de FADEMUR. «Todas estas dificultades están detrás de la doble discriminación que sufrimos las mujeres rurales y fuerzan a muchas a abandonar sus pueblos, incrementando la despoblación rural que pone en peligro la sostenibilidad del conjunto de la sociedad», ha sentenciado la presidenta. «Por eso, en las mujeres tenemos claro que, para lograr la igualdad en los pueblos, debemos abordar nuestros problemas desde un punto de vista holístico y eso hacemos hoy y cada día».
Por último, López ha animado a la participación de la población en todas las movilizaciones que tienen lugar hoy, también en el medio rural, con motivo del Día Internacional de las Mujeres.