ASEAVA organizó en Cangas del Narcea el curso anual para la obtención del título de juez calificador de la raza Asturiana de los Valles en el que participaron 42 personas. La formación y posterior examen tuvo lugar de lunes aprovechando el certamen local ganadero celebrado el fin de semana en La Imera.

José Manuel González, presidente de ASEAVA destacó el gran interés que despierta el curso de juez calificador  entre los jóvenes para conocer los defectos y virtudes de los animales  y la “gran afición que despierta la raza cárnica número uno de España con 100.000 animales inscritos”.  Este año al curso han asistido un elevado número de jóvenes y año a año se incrementa la participación del género femenino, aunque “de momento ASEAVA solo cuenta con una juez”. Aunque los alumnos “conocen la raza desde pequeños, ya que lo viven en casa y vienen con las ideas claras, les falta aprender los pequeños detalles”, comenta José Manuel González, reconociendo que aprobar el examen es complicado y puede que aprueben una o dos personas o incluso ninguna. “Realmente lo importante es adquirir conocimientos”, explica.

La parte teórica del curso de juez calificador de Asturiana de los Valles es impartido por el cuerpo técnico de ASEAVA, concretamente por sus seis controladores o calificadores. Su función es supervisar la mejora genética de la raza, seleccionar a los mejores animales para que transmitan a la siguiente generación las características determinantes hacia donde la raza debe avanzar, “concretamente hacia una mayor producción para que el ganadero saque un mayor rendimiento”, explica Ovidio Beneitez, controlador de ASEAVA, de Huergas, un pueblo de la zona leonesa de Babia, ya que la raza aunque tiene su mayor concentración en Asturias está prácticamente diseminada por todo el país.

“Cada vez los animales son más homogéneos y productivos. Escogemos en los animales, padres y madres, los caracteres que queremos mejorar y conservar”, explica Ovidio. Además de encargarse del control de animales de varios concejos asturianos, también se encarga del control de la raza en el resto del país pasando por Galicia, Cantabria, País Vasco, Castilla y León, Extremadura hasta Baleares o Tenerife, donde también encontramos Asturiana de los Valles.

“En la parte teórica del curso les explicamos lo que se valora de la raza, las característica raciales, la morfología… comparamos varios animales en pista y explicamos el orden en el cual nosotros calificaríamos los animales y las razones. El examen consiste en realizar 20 calificaciones y se puntúa por unos baremos según las coincidencias en la valoración de alumno y profesores. Los alumnos que aprueban, pasan a una bolsa de jueces que son los que valoran en los diferentes concursos. Tienen un periodo de rodaje, al principio acompañan a otro juez hasta que adquieren los conocimientos suficientes”, nos explica Ovidio. “Los alumnos quieren conocer los criterios y valores que se buscan en la raza: animales productivos, armónicamente bellos, pero que tengan rendimientos”, concluye.

María González Arias de Las Regueras

“Lo difícil del examen es coincidir con los jueces”

María González Arias ayuda siempre que puede en la ganadería de su abuelo José Manuel González Martínez, Ganadería Otura, conformada por 9 vacas y un toro. “A mí me gustan los concursos, tengo amigos que van y los ayudo, y participamos en el concurso de Las Regueras”.  Para María el examen “no es que sea complicado, lo difícil es coincidir con los jueces”.

 

Pedro González Gonsalves, Brañas de Abajo (Cangas del Narcea)

“Los conocimientos me servirán para mejorar mi ganadería”

Pedro González lleva una década al frente de la ganadería familiar con 58 madres de Asturiana de los Valles. “Me gustaría ser juez en primer lugar por aprender a valorar los animales y algún día llegar a calificar en algún certamen”, explica. “Los conocimientos me servirán por supuesto para mejorar mi ganadería, tenemos que saber valorar las características del animal, es difícil y cada uno tiene su criterio”.

Raquel Maire Menéndez, Madrid

“Tengo interés en aprender las características que busca la raza”

La madrileña Raquel Maire tiene sus raíces en Pola de Allande donde sus abuelos poseen una ganadería familiar de 150 animales. Estudia 4º de Veterinaria y le encantaría en un futuro trabajar en Asturias. “Tengo interés en aprender las características que quieren ver en la Asturiana de los Valles para poco a poco ir mejorando la ganadería. Espero que haya merecido la pena venir desde Madrid”, comenta.