En Manzaneda (Gozón) encontramos Casa Bartuelo, un modelo de explotación que ejemplifica la diversificación contando con ganadería de carne de Asturiana de los Valles y con producción agrícola tanto al aire libre como en invernaderos. María Cecilia Fernández Pérez se ocupa de la parte agrícola, mientras que sus hijos, Ramón y José Manuel Gutiérrez Fernández se encargan de la parte ganadera.
-¿Cuál es el origen de Casa Bartuelo?
-Actualmente mis hijos son la quinta generación de lo que era una casería de tradición familiar dedicada al cultivo de la huerta y la ganadería. En los inicios la explotación ganadera era mixta, de leche y carne, y la huerta era un complemento, ya que acudíamos a vender nuestros productos al mercado de los lunes de Avilés. Los primeros invernaderos se instalaron en 1990 y actualmente tenemos 1,5 hectáreas de cultivo bajo abrigo. El año 2000 también apostamos por el sector cárnico y desde entonces trabajamos para mejorar el manejo, la alimentación y la comercialización.
-¿Cuántas personas trabajan en la explotación?
-Actualmente somos una SAT (Sociedad Agraria de Transformación) que engloba el cebadero y la explotación agrícola. Dentro de la SAT hay cuatro personas de la familia y contamos con la ayuda de varias personas más dependiendo de la época del año.
-¿Qué número de animales tienen?
-En estos momentos tenemos algo menos de 500 cabezas y nos centramos en dos tipos de animales: los terneros de cría, que tienen menos de 18 meses y las vacas de cebo de la raza Asturiana de los Valles. Estamos inscritos en la IGP Ternera Asturiana lo que ayuda a asegurar al cliente y a los consumidores el origen y la calidad en su cuidado y alimentación.
-¿De cuánto terreno disponen?
-Disponemos en total de unas 100 hectáreas, para los cultivos tenemos 1,5 hectáreas bajo abrigo, en varios invernaderos multicapilla y otras 2 hectáreas al aire libre. Venimos dedicando unas 40 hectáreas a la siembra de maíz y el resto es pradera permanente.
-¿Compran forrajes?
-Para mantener los márgenes intentamos utilizar en la medida de lo posible recursos internos. Por eso, todo el forraje es de producción propia. Antes cebábamos con pienso y paja pero después cambiamos a una alimentación basada en silo de maíz, y en estos años hemos ido incrementando el terreno dedicado a ello hasta sembrar 40 hectáreas. Nuestro récord está en una producción de más de 60.000 kilos de silo por hectárea, con el 36% de almidón y el 32% de materia seca.
-¿Trabajan con maquinaria propia?
-Todos los trabajos los hacemos con maquinaria propia, excepto para cosechar el maíz que lo contratamos.
-¿Cuándo construyeron las instalaciones del nuevo cebadero?
-Lo inauguramos hace 5 años, llevábamos varios años aumentando el número de cabezas y consideramos que si queríamos seguir creciendo, era el momento de apostar por el sector e invertir en unas instalaciones más cómodas, eficientes y más adecuadas a las exigencias en bienestar animal.
-¿Qué supuso la incorporación del carro mezclador?
-Principalmente la posibilidad de alimentar a los terneros con más recursos propios y darles una alimentación más eficiente, reduciendo la cantidad de concentrado hasta en un 60%. Desde hace años trabajamos con Campoastur, quien además de suministrarnos material agrícola y concentrado proteico, nos ofrece la colaboración de sus técnicos y nos ayudan en todo el proceso de definición y elaboración de la comida de los animales, buscando siempre una alimentación eficiente, natural y equilibrada. De hecho, fue el equipo de técnicos de Campoastur quienes nos ayudaron en todo el proceso de cambio en la alimentación desde la selección en la variedad de maíz y la analítica del silo hasta la definición completa de la ración. Actualmente hacemos dos carros de alimento al día y estamos estudiando la adquisición del carro autopropulsado para ahorrar tiempo.
-¿A quién venden los terneros?
-Tenemos la suerte de contar con Alimerka, que nos ofrece una relación de confianza, estabilidad en los precios y asegura la comercialización de todos nuestros terneros. Poder analizar con ellos las previsiones del mercado ha sido fundamental para abordar las inversiones necesarias en nuestro plan de crecimiento.
-En cuanto a la producción agrícola, ¿qué cultivan y cómo realizan la comercialización?
-Principalmente cultivamos hortalizas típicas: berza, acelga, calabacín, pepino, calabaza, cebolla, cebolleta, patata, puerros, pimientos y también tenemos fabes, pero básicamente nos dedicamos a la lechuga y el tomate. Para la comercialización, contamos con la colaboración de los supermercados Más y Más, con los que tenemos mucho contacto diario y cuyos elevados estándares de calidad nos obligan a mejorar tanto el cultivo como el manejo de los productos. Cada año, siempre de la mano de un técnico colaborador, buscamos las variedades que se adapten a la zona, tengan mejor producción y calidad en cuanto a sabor, textura y aspecto.
-¿Qué es necesario en Asturias?
-Creemos que la promoción de los productos autóctonos es determinante para la agricultura y ganadería en Asturias y en este sentido, el apoyo de instituciones y grandes empresas como Alimerka y Más y más en nuestro caso, es muy importante, deben ser un ejemplo para quienes quieran ayudar a la sostenibilidad del campo.