La pandemia de la Covid-19 ha despertado un interés por el medio rural. Una atención al campo que ha pasado del desprecio a una sublimación de lo rural, donde vemos que fue y es más fácil combatir una pandemia. Sin embargo, el medio rural asturiano siempre ha estado vivo aunque haya pasado desapercibido. Siempre ha contado con pobladores comprometidos, trabajadores e imprescindibles para una sociedad que no desea caer en la trampa de la España Vaciada y que ve con optimismo las posibilidades de futuro con esfuerzo, tesón y sacrificio porque ahí se asientan las manos que nos dan de comer. “Estamos recuperando vecinos aunque la población continúa estando muy envejecida. El coronavirus fue un revulsivo para los pueblos. Debemos aprovecharlo mejorando los servicios”. El mugido de las vacas pone el sonido ambiente en la finca de La Rasa, en Santullano. En el marco del certamen ganadero, María Isabel Méndez Ramos, alcaldesa de Las Regueras, destacó que “pensaba que los pueblos iban a quedar de recreo para las ciudades pero la pandemia hizo que muchos vecinos volviesen al pueblo y se asentasen”. Por ello, “desde el equipo de Gobierno que lidero, dentro de nuestras posibilidades, hacemos el esfuerzo por mantener el concurso de ganado, que está en su 31 edición”. Este año, congregó a 120 reses de 19 explotaciones y “se inició cuando en todas las casas, en mayor o menor medida, había ganadería”. De hecho, “es una alegría cuando alguien apuesta por quedarse o instalarse aquí, continuando con una actividad vinculada al sector primario. Contribuyen a que las tradiciones y costumbres no se desmantelen”.
Natural de Villayón, Méndez llegó al municipio hace 40 años. Sabe lo que es el trabajo duro y todo lo que puede ofrecer la tierra y el ganado. Nació en el seno de una familia ganadera: “éramos seis hermanos, y según íbamos creciendo teníamos que ayudar en casa. Además de ir al colegio, había que andar alrededor de las labores del campo. Lidiar las vacas, la hierba, que se hacía todo a mano, o sembrar y recoger maíz, fabas o patatas”. Pasaron los años y aunque “tuve mi etapa de estudios y un trabajo en Oviedo en el área administrativa, los fines de semana había que volver a casa porque toda ayuda era poca”. Por ello, afirmó con rotundidad que “yo soy lo que soy gracias al campo”.
Y es que, “siempre fui una persona a la que le gusta avanzar, no dar un paso atrás”. Comenzó como concejal de Servicios Sociales, cargo que mantuvo durante doce años, y en 2011, al jubilarse su antecesor tras dos décadas presidiendo el Consistorio, el socialista José Miguel Suárez Tamargo, Méndez se convirtió en alcaldesa. Suma tres mandatos que fue revalidando con mayoría absoluta: “quien nos pone aquí son los vecinos. Les agradezco inmensamente la confianza que depositaron en mi”. Por aquel entonces, “estaba trabajando en el campo. Teníamos una explotación ganadera de leche y cultivábamos la tierra. Iba a vender al mercado al Grado. Así crie a mis tres hijos”. Era consciente de que el esfuerzo y el tiempo que se necesita para atender la alcaldía de un pequeño municipio es un hándicap cuando cruzó el umbral del Ayuntamiento pero reconoce que “mi vida era mucho más cómoda cuando era concejal”, ríó. Está disponible las 24 horas al día, “siempre hay que estar en guardia. Tienes que quitar mucho tiempo de tu casa. Los vecinos te pueden necesitar a cualquier hora o por cualquier circunstancia. Por la caída de un árbol con el viento o una avería en la luz”.
-¿Qué necesita el concejo para atraer población?
-El despliegue de la fibra óptica. Es cierto que siempre se pueden mejorar las comunicaciones pero en los tiempos en los que estamos, en los que la conectividad es imprescindible, y dada nuestra ubicación, estamos al lado de los núcleos más poblados, tener fibra facilitaría el asentamiento de nuevos vecinos e incluso fomentaría el emprendimiento.
-¿En qué se podría emprender?
-El día que la fibra cubra todo el municipio se podrá emprender en cualquier sector. Hay mucha necesidad de servicios básicos como una panadería.
-¿Cuál es el proyecto que más orgullo le dio sacar adelante?
-Cuando accedí a la alcaldía se llevaba años trabajando sobre la red de abastecimiento de agua. Desde el año pasado, puedo decir que ese gran problema está subsanado. Se renovó toda la red y se mejoró la captación y bombeo. Hemos podido pasar un verano tranquilo. Que los vecinos no puedan de disponer de un servicio básico es muy duro. Sufrían cortes en pleno periodo estival y había que repartir agua por los pueblos. Por otro lado, la mejora de la carretera del Escamplero a La Granda. Ambas, son dos iniciativas referentes de las que yo me siento muy satisfecha por haber consolidado.
-¿Habrá un cuarto mandato?
-Aunque hay energía, fuerza y experiencia, que es muy importante, todavía es pronto para hablar de un próximo mandato. Siempre hay algo por lo que seguir. Proyectos que aun no se han llevado a cabo y que me gustaría hacer realidad pero también debes pensar en tu vida privada. La alcaldía es muy absorbente.