Carmen Morán Rozos, Ganadería Casa Rozos de Dagüeño (Cangas del Narcea)
En un pueblo de alta montaña como Dagüeño, Carmen Morán afirma que en Casa Rozos “siempre hubo vacas de carne” desde que ella recuerda. Actualmente cuentan con 100 cabezas de Asturiana de los Valles en extensivo que pasan el invierno en la cuadra. Ceban entre 60 y 70 terneros dependiendo del año y los venden a Xata Roxa. Carmen es una enamorada de su pueblo, y reconoce que “aunque queda mucho, la mujer del campo ha mejorado sus condiciones de vida con respecto a hace años”.
-Cuando los animales están en invierno en la cuadra, ¿cómo es su alimentación?
-Les damos hierba seca y silo de hierba, y pienso intentamos darles el mínimo. La hierba seca la hacemos nosotros. Compramos solo pienso y tenemos varios proveedores: el de terneros mayores nos lo suministra Suroccidente Agrícola, el de arranque ASA, y también compramos pienso a Campoastur.
-¿Qué tipos de pienso utilizan?
-Usamos un pienso de arranque y otro de crecimiento y cebo. En nuestro caso sacrificamos a los terneros antes del año, no son de mucho peso, alguno pasa de 300 kilos. Nosotros contamos con animales acoplados al monte, de menos tamaño y en los que siempre tendremos diferencia de peso con respecto a otros por motivos de genética y de adaptación, son animales más similares a la raza Asturiana de la Montaña. Cebamos los animales que nacen en la ganadería, alguno sale más grande, pero no obtenemos los mismos resultados que la gente que elige y compra los terneros para cebo.
-¿No siembran ni ensilan maíz?
-Se da de maravilla, pero es imposible sembrar por los jabalís. Sería bueno poder hacerlo porque ahorraríamos pienso para las vacas de carne.
-¿Acuden a concursos?
-Íbamos más de lo que vamos. Tenemos un camión de servicio público para vacas, y no nos deja tiempo, llevamos las de los demás. No hay tiempo para atender todo, y para concurso hay que preparar las vacas.
-¿De qué instalaciones disponen?
-Tengo dos naves, una de hace 30 años y otra de hace 15 que renovamos el año pasado. No tenemos separadas las vacas de los terneros de cebo, porque antes no se hacían las naves así. En una tenemos un apartado de corrales para tener los animales pequeños sueltos, y la otra es toda de amarres. Contamos con dosificadores automáticos de pienso para cada box. Ahora las naves son más cómodas porque se ceba por el centro. Las camas de los terneros pequeños son de paja y los mayores de siete meses tienen parrilla.
-¿Y maquinaria?
-Tenemos de todo, porque hacemos nosotros todos los trabajos: tractor, empacadora, ensiladora, disco… todos los aperos.
-¿Cómo ha sido la evolución de su ganadería?
-Siempre fuimos aumentando, cuando me casé teníamos 15 vacas y ahora tenemos 100 animales. Y hay que decir que antes con menos vacas se vivía casi mejor que ahora, tenemos más adelantos pero hay que pagarlos y la forma de ganar algo más es elevar el número de animales.
-¿Cómo ve el futuro?
-El futuro lo vería mejor si los que mandan hubieran nacido o vivieran en el campo, porque no conocen nuestras necesidades reales.
-¿Qué necesidades tienen?
-En el medio rural donde vivimos necesitamos tener una carretera digna, los accesos son básicos. Otro problema es la educación. Nos cerraron la escuela porque solo teníamos tres niños, los pequeños tienen que ir a Bruelles y después a Cangas del Narcea. Los niños con tres años se marchan a las 8,45 de la mañana y llegan a las seis de la tarde, en invierno de noche. Lo primero que están sacando del mundo rural es a los niños, que son nuestro futuro. Y también nos gustaría poder disfrutar de cursos de ocio, y que no tuviésemos que bajar a Cangas del Narcea para hacerlos, podríamos hacerlos en Mieldes.